🌕 El cuerpo también tiene mareas

Esta semana ocurre la Luna llena, y aunque muchas personas la asocian con lo místico o lo romántico, el cuerpo también la percibe, de maneras más sutiles —pero reales.

La Luna influye directamente en el movimiento de los océanos. Eso lo sabemos. Pero a veces olvidamos que nuestro cuerpo está compuesto en un 60–70% por agua.
No es metafórico: somos agua con memoria, agua que responde al entorno.


💧¿Por qué las fases lunares afectan los líquidos corporales?

La ciencia ha observado, aunque no siempre con conclusiones unánimes, que durante la Luna llena:

  • hay mayor retención de líquidos,
  • se alteran los ritmos de sueño,
  • se intensifican ciertas emociones,
  • y se reporta más actividad en partos, emergencias, insomnio, ansiedad.

Esto se debe, en parte, a que la gravedad lunar se intensifica en su fase llena, especialmente cuando la Tierra, el Sol y la Luna están alineados. Esto no solo afecta mareas oceánicas, sino también los líquidos intersticiales, linfáticos y cerebrales.

Y más allá de la física, hay algo más:
el agua responde a la vibración emocional.
La estructura molecular del agua cambia según el entorno (como demostró Masaru Emoto), y si eso lo unimos a un cuerpo que vibra con sus propios “océanos”, podemos empezar a entender por qué nos agitamos más por dentro en ciertos momentos lunares.


🌊 Esta semana, el mar está alto por dentro

Con Mercurio y Júpiter en Cáncer —un signo asociado al sistema digestivo, los líquidos, el hogar interno— todo lo que sentimos se expande y se verbaliza.

No es casual que sientas la piel más sensible, el cuerpo más pesado, o el corazón más movedizo.
Estamos en un momento de expansión interna.
Como si el agua de dentro quisiera moverse, hablar, derramarse.


🧭 ¿Qué podemos hacer?

  • Beber agua limpia y viva. Suena básico, pero no lo es.
  • Observar qué emociones se inflan. Lo que duele, lo que emerge, lo que se quiere liberar.
  • Mover el cuerpo con suavidad. El ejercicio consciente ayuda al drenaje linfático y al descanso.
  • Evitar saturarnos de estímulos. El sistema nervioso está más permeable.
  • Escribir, hablar, llorar si es necesario. No hay que retener lo que pide salida.

Esta semana, tal vez lo más sabio no sea “hacer más”, sino escuchar lo que se mueve dentro.
No somos máquinas.
Somos mares que caminan.

Una respuesta a «🌕 El cuerpo también tiene mareas»

  1. Avatar de Kostya

    Creo que escuchar a ti mismo es una de las tareas mas complicadas, una vez dominada escuchar a otros seria mas fácil. Es verdad que nosotros andamos por la vida, en muchas ocasiones en el modo automático sin escuchar a nuestros cuerpos y sentimientos.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *